30 de junio de 2008

Poesía en el autobús


Quiero referirme una vez más a la poesía.

Con motivo de la celebración del Festival Internacional de Poesía Ciudad de Granada, y durante los días que dura el acontecimiento, se acostumbra a adherir poemas en las ventanas de los autobuses de la ciudad.


No considero la iniciativa una mera acción de propaganda, aunque contribuya a dar noticia del Festival. La estimo más bien como un ofrecimiento. La poesía aparece ante los ojos de los pasajeros como un mensaje discreto e intruso, insignificante comparado con los que a su lado prometen urbanizaciones de ensueño o viajes exóticos y baratos. Pero su presencia ya es suficiente. Muchos pasajeros apenas reparan en los poemas, algunos los miran de reojo o leen algún verso, los hay que leen con curiosidad el poema completo. No se busca, desde luego, convertir a los usuarios del transporte público en lectores de poesía; se trata simplemente de hacerla visible, cotidiana. He dicho algunas veces que la literatura no es un asunto privado, aunque se elabore en la intimidad, sino un artilugio público, aunque su disfrute se haga en silencio y a solas. Esa modesta y efímera iniciativa se encarga de recordárnoslo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos parece una idea preciosa.
En Andalucía se hace, por la lectura,iniciativas muy buenas.

Juan Mata dijo...

Anónimo lector, me alegra la percepción optimista que tiene del fomento de la lectura en Andalucía. A uno siempre le parece que es poco lo que se hace, aun reconociendo que es mucho lo que se hace. Vivo en esa constante paradoja. En cualquier caso, lo importante es el despliegue de la imaginación individual y la suma de las voluntades públicas. Quizá entre todos y algún día...

LUISA M. dijo...

Bonita iniciativa.
Creo igual que tú que es una forma de hacer presente o visible la poesía para todo tipo de público.
Entré hoy por primera vez en tu blog a través de otro que visito con frecuencia. Ya volveré con más tiempo.

Juan Mata dijo...

Sí, estimada Luisa, cualquier lugar es bueno y cualquier pretexto es siempre oportuno para propagar la literatura. ¿Por qué no dar a unos versos o a un fragmento de un relato o de una reflexión filosófica la ocasión de manifestarse públicamente, fuera de las aulas o los salones privados? Los blogs, por ejemplo, están cumpliendo esa función de un modo inédito y prometedor.

Un saludo afectuoso.